La línea de pobreza por ingreso para la canasta alimentaria y no alimentaria en áreas urbanas aumentó 8.03 por ciento a $4,275.97 pesos en enero de 2023 de $3,958 pesos en enero de 2022. De igual forma, la línea de pobreza de ingresos para áreas rurales aumentó 9.3 por ciento a $3,074.51 pesos, lo que incluye la canasta alimentaria y no alimentaria, desde $2,812,34 pesos.
El aumento en la línea de pobreza significa que más personas luchan por satisfacer las necesidades básicas, incluidos los alimentos
De acuerdo con un informe de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, la brecha laboral en México es enorme. Cerca de 8.4 millones de personas, lo que representa 4 de cada 10 personas con empleo formal registrado en el IMSS (39 por ciento), no gana lo suficiente para comprar dos canastas básicas y así superar la línea de pobreza.
El hambre es uno de los efectos más inmediatos e insidiosos de la pobreza y está profundamente entrelazado en nuestra cultura y política. El aumento en la línea de pobreza significa que más personas luchan por satisfacer las necesidades básicas, incluidos los alimentos. Como resultado, muchas familias se ven obligadas a tomar decisiones difíciles, como saltarse comidas o comprar alimentos más baratos y menos nutritivos. Esto puede conducir a la desnutrición y otros problemas de salud, especialmente para los niños y las mujeres embarazadas.
Los bancos de alimentos en México trabajamos con organizaciones comunitarias para distribuir alimentos a quienes lo necesitan.
Para abordar el problema de la inseguridad alimentaria en la Ciudad de México, se necesita un enfoque integral que aborde tanto las causas profundas de la pobreza como las necesidades inmediatas de quienes viven en inseguridad alimentaria. Los bancos de alimentos han operado en México durante varias décadas, pero el reciente aumento de la inseguridad alimentaria ha llevado a un enfoque renovado en este modelo como una forma de abordar este problema.

Los bancos de alimentos en México trabajamos con organizaciones comunitarias para distribuir alimentos a quienes lo necesitan; estas incluyen comedores, refugios y otros grupos organizados. Al vincularnos con estas organizaciones, es posible llegar a un gran número de personas que experimentan inseguridad alimentaria.
Además de proporcionar alimentos a los necesitados, los bancos de alimentos también hemos desempeñado un papel importante en la sensibilización sobre el problema del hambre. Al trabajar con organizaciones comunitarias y otras organizaciones, es posible educar al público sobre las causas y consecuencias de la inseguridad alimentaria.
Alimento Para Todos ha tenido que jugar un papel crucial para abordar la inseguridad alimentaria en la Ciudad de México, durante 28 años la Institución ha sido una fuente confiable de alimentos nutritivos para personas en pobreza. Durante estos años operando, nos hemos comprometido a coadyuvar en la construcción de un futuro con mayor seguridad alimentaria para México. Sin embargo, la inversión continua en infraestructura y las asociaciones con organizaciones comunitarias y el sector privado serán fundamentales para aprovechar plenamente el potencial de este modelo. Con tu ayuda, Alimento Para Todos podrá continuar ayudando a construir un futuro en donde nadie pase hambre.