A partir de los esfuerzos de procuración para consolidar los productos suficientes que nos permitan sostener operaciones en un ambiente incierto, los jornaleros han sido un salvavidas para nuestras comunidades ofreciendo alimento fresco para su posterior distribución a las familias que lo necesitan.
Para evitar tener que dejar cosechas y productos alimenticios descomponerse en medio de los retos y disrupciones logísticas que hemos vivido durante el último año, los jornaleros y el tercer sector han encontrado maneras de cooperar llevando estas cosechas en su lugar a familias vulnerables de nuestras comunidades. Esta actividad ha provisto a Alimento Para Todos de una cantidad considerable de productos frescos para incluir en los paquetes alimenticios que reciben nuestros beneficiarios. Al mismo tiempo, junto con los jornaleros que forman parte del esquema, evitamos la liberación de una buena cantidad de CO2 en la atmósfera así como el desperdicio de agua que supone el desperdicio de cosechas y excedentes cada año.

Tomando en cuenta las condiciones materiales en las que se desarrolla parte de la sociedad organizada como algunos de los grupos beneficiarios a los que atendemos, Alimento Para Todos recoge el producto y se hace cargo de su traslado, procesamiento y distribución directamente a comunidades vulnerables.
Es gracias a alianzas como esta que la capacidad de respuesta institucional continúa siendo robusta, sin embargo, después de más de un año de reaccionar a esta crisis prolongada, hemos tenido que concluir que la nueva normalidad también implica un largo periodo de actividad intensiva pues los pronósticos respecto al hambre y la pobreza no cambian sus expectativas.
Una mayor capacidad de desempeño y operación vino con el costo de desarrollarse durante y parcialmente debido a una crisis financiera y de salud; sin embargo, también nos ha hecho ver que somos capaces de hacer más de lo que creíamos. Además de distribuir más alimentos, hemos también fortalecido nuestra capacidad operativa para la recuperación de alimento. De esta manera, nuestras intervenciones también han alcanzado un nuevo estándar en eficiencia; desde la procuración hasta la entrega de los alimentos.
En Alimento Para Todos reconocemos que los esquemas de bancos de alimentos no volverán a ser los mismos, por lo que abogamos por formas de adaptación que nos permitan agregar valor y contribuir al desarrollo social de manera significativa. Es sólo de esta manera que podemos continuar luchando contra el hambre.
