Encontrar formas innovadoras de abordar la inseguridad alimentaria es más importante que nunca. Desde hace 20 años nuestro país no había vivido un aumento de precios tan alto como el que hemos experimentado en los últimos meses. La tasa de inflación anual cerró en 7,36% durante el año 2021, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según el Inegi, los productos que tuvieron mayor incidencia en la inflación de diciembre fueron la carne de res, el limón, la gasolina de bajo octanaje, el pollo y el plátano, todos ellos productos de la canasta básica. Esto también significa que las personas con los ingresos más bajos (que consecuentemente gastan un mayor porcentaje de su salario en los productos de la canasta básica) también son quienes resienten más profundamente los efectos de la inflación en sus vidas cotidianas.
Mientras el debate sobre la evolución de los precios continúa dominando en los bancos centrales, en el día a día, millones de personas encuentran que es cada vez más difícil adquirir suficiente comida para alimentar a sus familias. El problema de la inseguridad alimentaria no algo es nuevo, sin embargo, la amenaza que se cierne sobre la población más vulnerable se encuentra cada vez más cerca.
En Alimento Para Todos creemos que hacer las cosas por los demás, dar lo mejor de nosotros y procurar la dignidad de los otros es una oportunidad para establecer una cultura de la reciprocidad; una que no solo satisfaga las necesidades materiales, sino que también desarrolle las plataformas y el tejido social que dotan de resiliencia a nuestras comunidades.
Para inspirar el tipo de generosidad que es capaz de generar cohesión social y resiliencia, nos hemos acercado a organizaciones presentes en nuestro entorno que comparten la visión de un futuro sin hambre

Con la colaboración y el compromiso de empresas como Rappi, Justo y Kavak no solo ha sido posible la atención sin interrupciones de nuestros beneficiarios, sino que constantemente buscamos maneras de expandir el impacto que nuestros programas e intervenciones pueden tener en el nivel de bienestar de nuestras comunidades. Desde perspectivas de sostenibilidad e inseguridad alimentaria, hasta encontrar maneras de reunir a las personas para compartir, todo aquello que se relaciona con los alimentos se encuentra sobre la mesa.
El impacto del compromiso de nuestros aliados se expresa vívidamente en las historias de las personas que pueden acceder a una variedad de alimentos nutritivos cuando lo necesitan
Estamos convencidos de que sobre una base de esfuerzos coordinados y colaboración es posible tener una perspectiva más amplia de nuestro sistema alimentario que integre a productores y comunidades tanto desde un enfoque económico como social.
El impacto del compromiso de nuestros aliados se expresa vívidamente en las historias de las personas que pueden acceder a una variedad de alimentos nutritivos cuando lo necesitan. Con su ayuda y participación fortalecemos nuestras redes de colecta, recuperación y adquisición de alimentos para prevenir los efectos del hambre.