La agricultura y la alimentación son componentes fundamentales del patrimonio humano. Por lo tanto, la cultura y las tradiciones alimentarias juegan un papel central en la sociedad y en la configuración de nuestro comportamiento.
A nivel individual, crecemos comiendo los alimentos que se han arraigado en la dieta de nuestro entorno; esta relación con la comida forma parte de quiénes somos. Muchos de nosotros asociamos la comida de nuestra infancia con sentimientos cálidos y buenos recuerdos. Relacionamos estos platillos con nuestra familia y le asignamos un valor emocional a ciertos platillos o ingredientes. La comida que consumíamos en familia a menudo se convierte en la comida reconfortante que buscamos como adultos en momentos de estrés y frustración.
A gran escala, la comida es una parte importante de la cultura. La cocina tradicional se transmite de generación en generación y la preservación de estos alimentos también se expresa como parte de la identidad cultural de las personas.
La comida juega un papel importante en la vida de las familias en la mayoría de las culturas, sin embargo, el grado de importancia varía de una cultura a otra.
Casi ninguna otra cocina en el mundo tiene el nivel cultural e histórico que tiene la comida tradicional mexicana, con saberes y técnicas que se pueden encontrar desde el mundo prehispánico.
A pesar de esto, en muchos casos, nuestros sistemas alimentarios actuales han creado una desconexión entre los hábitos alimentarios y la cultura. Esta desconexión ha contribuido a una situación en la que el hambre y la obesidad coexisten en un mundo que produce suficientes alimentos para alimentar a toda su población. Es importante reconocer que la comida es mucho más que un medio de supervivencia. Según Barthes, la comida se considera multidimensional, como algo que nos da forma a nosotros, a nuestras identidades, a nuestras culturas y, en definitiva, a nuestra sociedad.
Alimento Para Todos valora el significado cultural de nuestros alimentos y reconoce las conexiones que sostenemos a nivel nacional y regional con diferentes ingredientes y platillos; es por esto que la estrategia de atención institucional considera que una alimentación digna implica el acceso a alimentos nutritivos y culturalmente relevantes.
El esfuerzo por conseguir equidad alimentaria también reivindica el derecho de las personas y las comunidades a preservar sus tradiciones y expresar su identidad.
A partir del rescate y colecta de diversos productos alimenticios, además de la designación de fondos para complementar y redistribuir los paquetes alimenticios que ofrecemos, Alimento Para Todo aborda la naturaleza multidimensional de la inseguridad alimentaria.