La Paradoja Alimentaria

La pobreza alimentaria y la inseguridad alimentaria son dos términos adoptados indistintamente para describir la condición que ocurre cuando las personas y los hogares no tienen acceso regular a un suministro de alimentos saludables y …

La pobreza alimentaria y la inseguridad alimentaria son dos términos adoptados indistintamente para describir la condición que ocurre cuando las personas y los hogares no tienen acceso regular a un suministro de alimentos saludables y nutritivos para satisfacer sus necesidades dietéticas. Al mismo tiempo que ambos fenómenos se han convertido en un problema sustancial en México y en el mundo, actualmente tan sólo en la Ciudad de México se desperdician cerca de 13,000 toneladas de comida todos los días.

La combinación de pobreza alimentaria y desperdicio de alimentos, lo que llamamos la “paradoja alimentaria”, es una expresión de una paradoja más amplia: “la escasez en medio de la abundancia”.

Los dos lados de la paradoja alimentaria y sus causas


El primer lado de la paradoja alimentaria es el desperdicio de alimentos. Comprende cualquier alimento y partes no comestibles de los alimentos, retirados de la cadena de suministro de alimentos para ser recuperados o eliminados.

El otro lado de la paradoja alimentaria es la pobreza alimentaria. Esta se puede definir como “la incapacidad de adquirir o consumir una calidad adecuada o una cantidad suficiente de alimentos en formas socialmente aceptables, o la incertidumbre de que uno podrá hacerlo”. La pobreza alimentaria no es lo mismo que pobreza, pero ambos fenómenos están estrictamente relacionados.

En la literatura, la paradoja alimentaria se presenta como consecuencia de dos cuestiones distintas pero interconectadas: por un lado, como un “fracaso del mercado” relacionada con el surgimiento de los sistemas alimentarios agroindustriales globales; y, por otro lado, como una “falla del estado” relacionado con el desmantelamiento del estado de bienestar.

El “fracaso del mercado” se refiere tanto a los problemas de sobreproducción como a la distribución inequitativa de los alimentos, que es intrínseca al régimen alimentario global. Este fracaso del “mercado” como institución reguladora del sistema alimentario ha sido amplia y profundamente explicado a partir de la premisa de que los mercados crean injusticia distributiva. Por otra parte, la “falla del estado” se refiere a la deconstrucción de los bienes públicos, incluidos los servicios del estado de bienestar ideados a partir del universalismo.

¿Cómo abordar la paradoja aliimentaria?


En respuesta a las fallas del estado y del mercado, un panorama de diferentes iniciativas de redistribución de alimentos lideradas por ciudadanos ha surgido y se ha expandido en múltiples ciudades de todo el mundo para brindar soluciones a esta paradoja.

El propósito final de Alimento Para Todos es romper con la reproducción y consecuente perpetuación de la injusticia sistémica e insostenibilidad del sistema alimentario

En el centro de los esfuerzos de ayuda alimentaria de emergencia se encuentran los bancos de alimentos, que generalmente son lugares físicos o virtuales centrados en la comunidad dirigidos por organizaciones sin fines de lucro, donde los excedentes de alimentos de los productores locales, la industria alimentaria y los pequeños y grandes minoristas de alimentos, se procura, recolecta, almacena y redistribuye a las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso de alimentos.

Alimento Para Todos funciona esencialmente a partir del modelo de bancos de alimentos, como una iniciativa prefigurativa donde los alimentos han sido resignificados, separándose de la noción de “mercancía” hacia un derecho ciudadano y, por tanto, un bien común. Además, Alimento Para Todos no es sólo una institución de asistencia, sino un proyecto solidario, donde los excedentes de alimentos se recolectan, transforman y distribuyen entre miembros de distintas comunidades abarcando la mayor cantidad de regiones posibles.

El propósito final de Alimento Para Todos es romper con la reproducción y consecuente perpetuación de la injusticia sistémica e insostenibilidad del sistema alimentario, es decir, desarrollar el potencial de transformación en el sistema alimentario y participar en su transición hacia uno justo, incluyente y sostenible.

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