El día de ayer, 19 de agosto, se conmemoró el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, rindiendo tributo a los trabajadores humanitarios que han sido asesinados o resultaron heridos en desempeño de su labor y reconociendo a todos los trabajadores humanitarios y los profesionales de la salud que continúan, a pesar de las dificultades, prestando asistencia y protección a millones de personas.
Este año, el día llegó en medio de una lucha sin tregua contra la pandemia de COVID-19. Pese a esto, los trabajadores han sabido superar obstáculos de acceso sin precedentes para ayudar a las personas en crisis, sin embargo, esta no es la primera vez que millones de personas viven con incertidumbre acerca de su propia supervivencia o extinción. Para ponerlo en contexto: este día fue designado en memoria del bombardeo del 19 de agosto de 2003 en el Hotel Canal en Bagdad, Irak, que mató a 22 personas, incluido el principal humanitario en Irak, Sergio Vieira de Mello. En 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas formalizó el día como Día Mundial Humanitario.Si bien es cierto que nuestra obsesión por los mitos y leyendas nos acompaña desde el comienzo de la historia; sus fantásticas hazañas, sus enemigos y sus arduos viajes nos enseñan a soñar y nos inspiran con el coraje necesario para hacer lo correcto. Sin embargo, los héroes de nuestro mundo, aquí y ahora, son igualmente dignos de admiración y celebración. Todos aquellos involucrados en llevar ayuda a aquellos en situaciones precarias, peligrosas e inhumanas han elegido ayudar en las circunstancias más extremas, y sus historias nos enseñan que los héroes de la vida real exhiben un extraña habilidad para perseverar a pesar de las adversidades, y hacerlo con humildad y dedicación.“Hacer lo correcto” puede resultar en un término ambiguo para la mayoría de las personas; lo correcto: ¿para quién?, ¿”lo correcto es lo seguro o significa ponerse en riesgo?, ¿”lo correcto” por qué causas? Y a pesar de todo, miles de personas trabajan con la claridad moral de actuar casi instintivamente por reducir el hambre, la explotación y la violencia que sufren los otros; reducir el sufrimiento de los demás es lo correcto y muy frecuentemente esta reducción puede cambiar la vida de las personas e incluso marcar la diferencia entre la supervivencia o su muerte.Este año, la pandemia de COVID-19 ha sido uno de los desafíos más complejos para las operaciones humanitarias en todo el mundo. La falta de acceso y las restricciones impuestas por los gobiernos de todo el mundo ha provocado que los que hayan estado en primera línea de la respuesta sean las propias comunidades, la sociedad civil y las ONG locales.Cada una de las personas trabajando desde instituciones o grupos de ayuda mutua, por hacer lo correcto, también tiene una historia. Se trata de las historias de los que brindan alimentos a las personas más vulnerables; los que proporcionan espacios seguros para las mujeres y niñas durante los confinamientos; los que asisten en los partos; los que luchan contra las plagas, y quienes trabajan en campos de refugiados.
En Alimento Para Todos somos conscientes de que si la institución funciona, lo hace gracias a cada una de las personas que con determinación se han comprometido a no dejar a nadie atrás. Quienes han salido a luchar por el derecho a la alimentación y la dignidad básica de los otros y que aún en medio de una pandemia por un virus nuevo del que no sabíamos nada, han decidido no parar. Celebramos la perseverancia y la valentía de aquellos que, dentro y fuera del banco de alimentos, dejan o han dejado parte de su vida en la práctica de la solidaridad. Ansiamos un mundo en el que el constante deterioro de los derechos humanos haya quedado atrás y en el que la colaboración y la solidaridad estén incrustadas en cada acción, organización y sistema. Ese futuro que añoramos sólo puede ser posible gracias a aquellos que luchan hoy por él.La Organización de las Naciones Unidas puso en marcha una campaña mundial para rendir tributo a los trabajadores humanitarios con el hashtag #RealLifeHeroes. Alimento Para Todos refrenda todo el agradecimiento a las personas que dedican sus vidas a ayudar a los otros.